¿Qué es la formación formativa y sumativa?


La evaluación formativa se llama así porque participa directamente en el proceso de aprendizaje. Esto quiere decir que mide de forma inmediata y vivencial, diagnosticando la forma en que el alumno experimenta el aprendizaje.

Existen 3 principales beneficios de la evaluación formativa: 

  • Detecta ventajas y desventajas durante la gestión del aprendizaje: la evaluación del docente identifica deficiencias y limitaciones, pero también habilidades y competencias destacadas que el docente podrá utilizar en favor del alumno.
  • Ofrece instrumentos de retroalimentación: el alumno es asesorado en tiempo real por el docente, con el objetivo de detectar sus propias debilidades y fortalezas.
  • Permite trazar cambios de ruta en la estrategia pedagógica: en lugar de analizar las evaluaciones hasta el final (cuando el aprendizaje ya llegó a su fin y los errores ya se han cometido) la evaluación formativa permite advertir a tiempo las posibles amenazas para revertir su impacto.

¿Y qué hay de la evaluación sumativa? Esta se realiza una vez terminado el programa, como un producto final y servirá para que el docente pueda analizar y valorar los logros obtenidos. A partir de estos resultados, es posible diseñar nuevas estrategias de mejora continua.

El segundo momento importante de la evaluación ocurrió en 1989, cuando Royce Adler hizo notar a la comunidad pedagógica que durante décadas el alumno tenía una participación pasiva en el proceso de aprendizaje y ya era momento de que tomara una participación activa y responsable sobre su propia construcción del conocimiento.

Hizo notar que la evaluación formativa impulsaba al alumno a ser más proactivo y tomar decisiones sobre su propio aprendizaje. Para poner esta idea en perspectiva, consideró que existen 3 fases:

  1. Definición de una meta: el alumno ya no se mantiene estático esperando recibir conocimiento, sino que ahora puede definir qué objetivos persigue mientras aprende.
  2. Punto de partida: pensar que todos los alumnos empiezan a aprender con las mismas ventajas es un error. Para Adler, es fundamental diagnosticar en qué condiciones comienza cada estudiante a aprender.
  3. Acción educativa: el alumno y el docente hacen equipo para trazar la mejor ruta de aprendizaje centrada en la empleabilidad.

De esta manera, Adler hizo notar que a la evaluación del aprendizaje le hacía falta un complemento, una metodología que le ayudara no solo a evaluar el resultado final, sino los resultados intermedios durante el aprendizaje, así es como surgió la evaluación para el aprendizaje.



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