Conoce las mejores estrategias para fomentar la lectura crítica en el aula


Fomentar la lectura crítica en los estudiantes es uno de los grandes retos educativos para las universidades a nivel global, pero especialmente en nuestro continente. 

La lectura crítica también fortalece nuestra capacidad de expresarnos y de hacer escuchar nuestra voz para resistir discursos dominantes impositivos. Saber leer, y específicamente saber entender, interpretar y juzgar lo que leemos, realmente puede sembrar una semilla que hace la diferencia entre una sociedad oprimida y una capaz de defender sus derechos e intereses.

Estrategias para fomentarla

A continuación, compartimos cinco estrategias que motivan a los alumnos a involucrarse de manera crítica con sus lecturas 

1 Preguntar qué opinan sobre lo que acaban de leer

Frecuentemente, pasamos por alto el hecho de que cualquier actividad crítica implica una toma de postura y desperdiciamos oportunidades tan evidentes y simples como la de preguntarles a nuestros alumnos 

  • ¿Qué piensan de lo que leyeron?
  • ¿Cómo los hizo sentir el texto? 
  • ¿Qué utilidad creen que tiene en su día a día?
  • ¿Se identificaron con un personaje? ¿Por qué?
  • ¿Consideras que la información que leíste es confiable?
  • ¿Cuál es la estructura del texto? ¿Cómo se vería si fuera un esquema? 
  • ¿Qué ideas surgieron en ti a partir de esta lectura? 

Los distintos tipos de lectura crítica se pueden fortalecer si generas el hábito en el aula de discutir y debatir los contenidos, tomando un rol de moderador más que de “autoridad en la materia”, para que tus alumnos aprendan a desarrollar, sostener y enriquecer sus opiniones.


2 Aplicar todos los principios de la gamificación

La gamificación es una de las técnicas pedagógicas más extendidas en la por su gran capacidad motivadora. En lo relativo al fomento de la lectura crítica, nos ofrece una herramienta maravillosa para convertir la comprensión lectora en un juego en el cual los alumnos estén entusiasmados por participar. 


Por ejemplo, si tenemos un texto o una historia interesante en la cual queremos que los alumnos se involucren a fondo, podemos crear un objetivo lúdico a partir de las 6 “W’s” y pedirles a nuestros estudiantes que después de leer el texto dibujen o representen con mímica el quién, cómo, cuándo, dónde, por qué y qué de lo que acaban de leer. 


Aquí lo importante es vincular un objetivo de lectura crítica que vaya más allá del nivel de comprensión básico, con una recompensa inmediata gamificada. Otro ejemplo sería hacer un concurso en el que los participantes dibujen lo que los hizo sentir el texto a nivel emocional y luego fundamenten su obra ante un jurado conformado por sus compañeros y por el docente.


3 Aprovechar los intereses del alumno

Los intereses individuales y los talentos únicos de los estudiantes comienzan a manifestarse desde primer año, y a medida que pasa el tiempo se van perfilando con mayor claridad. 


Desde que muestran un acercamiento particular a un tema, una actividad o una disciplina, es importante dejar a su alcance material de lectura relacionado y apto para su nivel lector y siempre ir sustituyendo esas lecturas por otras con un mayor nivel de complejidad que satisfaga la curiosidad creciente del alumno. 


De esta forma, aprovechamos al máximo el interés intrínseco que generan sus aptitudes e inclinaciones particulares.


4 Aprendizaje basado en proyectos

Entre sus muchas ventajas, el aprendizaje basado en proyectos (ABP) también fomenta la lectura crítica porque obliga a los alumnos a investigar, discriminar y sintetizar información útil para lograr un objetivo en concreto. 


Las metas del ABP están diseñadas para que los alumnos aprendan a relacionar información multidisciplinaria para concretar misiones ambiciosas. Por ejemplo, en un proyecto cuyo objetivo sea cosechar un pequeño huerto de plantas comestibles, los estudiantes tendrán que investigar distintos temas relacionados con la botánica, las legumbres o vegetales que se pueden sembrar en un determinado clima, cuáles son las condiciones que necesita tener el suelo, qué cuidados hay que darles, qué tipos de riego existen, etc.


5 Aprovechar los libros interactivos

Todas las herramientas multimedia e interactivas de las que podamos hacer uso para fomentar la lectura son bienvenidas. Los libros interactivos o digitales de última generación son entornos complejos de aprendizaje pensados para ofrecer una experiencia integral que genera asociaciones positivas con la lectura desde edades muy tempranas 

Una buena biblioteca virtual para tu institución, que cuente con libros de texto pero también con obras interactivas de literatura infantil, es un gran valor diferenciador para tus alumnos, sobre todo porque los padres no siempre pueden o no siempre saben cómo elegir lecturas adecuadas para sus pequeños.






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