¿Qué significa tener una actitud crítica?
Una actitud crítica es una manera de comportarse, pensar y sentir. Consiste en tener la paciencia de observar los hechos reteniendo la emoción, y pensar las motivaciones y grupos de interés detrás de ellos. Las situaciones se deben pensar desde distintas perspectivas, y usar la información para orientar nuestro comportamiento de manera positiva. Ser crítico es un proceso lento.
Muchos autores desde los años sesenta han contribuido a pensar de forma crítica los sistemas, las asociaciones y explorar lo que no es evidente, lo que cuenta con menos representación en el discurso hegemónico. Paulo Freire, la escuela de Barbiana, Ivan Illich, Nussbaum o la pedagogía intercultural son ejemplos de la teoría pedagógica crítica.
El estudio de las tecnologías en la educación no ha quedado fuera de la discusión. Autores como Neil Selwyn usan enfoques de este tipo, y remarcan que no hay nada que la tecnología haga por nosotros: todo lo que hacemos es responsabilidad de nuestros colectivos y organizaciones humanas. Muchos profesores blogueros como El profesor Potachov de Moldavia siguen esta línea. "No hay nada que la tecnología haga por nosotros: todo lo que hacemos es responsabilidad de nuestros colectivos y organizaciones humanas", afirma Potachov.
¿Cómo desarrollar actitudes digitales críticas?
Se pueden identificar, esquemáticamente, cuatro niveles a los que nos relacionamos con las tecnologías: uno comportamental, uno emocional, uno cognitivo y otro social.
A nuestras espaldas hay cuarenta años de estudios documentados sobre las tecnologías, y cientos de experimentos. Estos concluyen que la educación en línea tiene un potencial inequívoco, y que si las tecnologías son bien utilizadas pueden mejorar la motivación, expandir proyectos comunicativos, reforzar funciones cognitivas y mejorar el acceso a la educación de personas socioeconómicamente peor situadas. Esto, sin embargo, no nos libra de detectar y hacer frente a las cuestiones negativas que se sitúan a cada nivel.
1. Nivel comportamental
En este nivel, lo fundamental es controlar la exposición a las tecnologías a partir de la premisa de que “menos es más”. Tenemos que pensar los momentos del día en los que las usaremos, estableciendo un tiempo limitado. También tenemos que controlar sus condiciones de uso, evitando aquellas que resulten más invasivas (muchas notificaciones, por ejemplo). Pensar en el cuidado ergonómico relacionado con las tecnologías es otro aspecto importante que abordar.
Para trabajar en estos aspectos, es fundamental el trabajo en equipo de los docentes, coordinado con la escuela y con las puertas abiertas a la sociedad, el tejido asociativo, las instituciones, etc. Hay muchos aspectos que un único docente no puede controlar.
2. Nivel emocional
Debemos considerar la regulación emocional cuando se participa en un ambiente mediado por las tecnologías, especialmente en las redes sociales. ¿Cómo me hacen sentir los demás? ¿Cómo me hace sentir un videojuego? ¿Cómo nos sentimos en los espacios de entretenimiento?
El docente no podrá entrar en todos los ámbitos en los que sus estudiantes usen las tecnologías, pero puede promover una actitud emocional crítica.
3. Nivel cognitivo
Lo más importante es cuidar la información que consumen nuestros estudiantes, asegurarnos de que sea de calidad. Una vez más, la colaboración docente (por ejemplo, entre profesores de informática y de ciencias sociales), es imprescindible para la buena gestión de las tecnologías.
Hay dos técnicas que favorecen la construcción del pensamiento crítico: la técnica del debate y la construcción dialógica del conocimiento. Ambas se basan en proponer un problema: el debate es más competitivo, y la otra es progresiva e integrada para todos los alumnos. Tecnologías muy simples como las listas de correos electrónicos, el microblogging o los foros en línea permiten llevarlos a cabo.
La idea es que el éxito en estas técnicas depende de lo atento que se esté a las opiniones y motivaciones del otro, para eliminar los propios prejuicios y llegar a soluciones superadoras, enriquecedoras para todas.
4. Nivel social
A este nivel, se trabaja la parte comunitaria de la experiencia tecnológica.
- Respetar las “nettiquette”: usar el tono y el registro discursivo adecuado a cada situación comunicativa en redes sociales o mediada por la tecnología.
- Comprender las dificultades de acceso e inclusión que pueden tener los que están al otro lado del monitor.
- Comprender que puede haber una persona con malas intenciones al otro lado del monitor.
La estrategia docente a seguir en este nivel (teniendo siempre en cuenta la importancia del trabajo docente colaborativo) se basa en fomentar el respeto hacia los otros, pero también en asegurar un buen conocimiento de temas de ciberseguridad y discurso de odio.
Se puede invitar a los alumnos a comprobar si los sitios que visitan son accesibles (perceptibles, operables, comprensibles y robustos). También, sobre todo cuando se trabaja con redes sociales, en los posibles discursos de odio.
En el vídeo de la presentación, que adjuntamos a continuación, podéis encontrar algunos ejemplos de actuación concretos que han surgido para dar respuesta a nuestra situación actual.


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